lunes, 26 de septiembre de 2016

TRAMPEO DE TARABILLAS

     En esta ocasión nuestro objetivo de anillamiento es una especie bastante común "Saxicola torquata", aunque también nuestros consejos son aplicables a su pariente cercana y más excepcional "Saxicola rubetra", que muestra un comportamiento muy similar en cuanto a trampeo se refiere.
      Tratándose las tarabillas de unos pajarillos muy territoriales que circunscriben su actividad a un área determinada (bordes de camino, lindes de escasa vegetación, pequeñas acequias, eriales, cultivos herbáceos), y que frecuentemente usan posaderos, sobre todo los machos, desde donde emiten sus cantos y llamadas, el lugar idóneo para colocar los cepos-malla es en las inmediaciones de estos posaderos y en zonas donde hayamos detectado su presencia. No será difícil localizarlas porque es una especie bastante conspicua que se deja ver a cualquier hora del día y que con sus llamadas o chirríos se delata fácilmente.
     Los cepos no es necesario enterrarlos, pero sí es conveniente remover un poco la tierra para atraer su atención. Como cebo podemos usar tenebrios (gusano de la harina) u hormigas aladas indistintamente, aunque si el terreno es oscuro son más efectivos los tenebrios y si la tierra es clara o blancuzca resultan más efectivas las "alúas".  En cuanto nos retiremos del lugar, las tarabillas, bastante confiadas y curiosas, no tardarán en entrar en los cepos. 
     Como normalmente vamos a encontrar las tarabillas en parejas o a lo sumo en familia, nuestras capturas no serán muy numerosas, por ello, con cuatro o cinco cepos por zona tendremos suficiente. A veces, incluso, se ha capturado una pareja en el mismo cepo.
     Debemos ser prudentes y no trampear en la época de cría durante la incubación y cría de los polluelos, ya que podemos interferir en el proceso e incluso provocar el abandono del nido. Mejor dejar las capturas para cuando los pollos ya sean volantones y poder así anillar ejemplares de diferente edad.
     Aquí en la foto observamos la captura de una hembra y un macho, respectivamente.

 


lunes, 18 de abril de 2016

TRAMPEO DE PETIRROJOS

     El Petirrojo "Erithacus rubecula" es un pequeño paseriforme invernante en toda la Península Ibérica, con poblaciones residentes en zonas de montaña y en la franja septentrional del territorio. Desde octubre a marzo aproximadamente, contamos con una nutrida población invernante procedente del norte y este de Europa. 
     Su captura para anillamiento mediante redes invisibles es habitual en zonas de dormidero como cañaverales y sotos de ribera. Se encuentra muy extendido también en zonas boscosas y cultivos como el olivar, así como en pequeñas islas o reductos arbolados presentes por toda nuestra geografía, en manchas de matorral y, cercano a zonas urbanas, en parques, huertos y jardines. En estas zonas el uso de redes está más limitado, por lo que el trampeo con cepos-malla suele ser el método más adecuado para su captura. 
     El Petirrojo es un ave muy confiada que acude con curiosidad cuando ve tierra removida en busca de pequeños insectos, gusanos, etc.. sin importarle mucho la presencia humana. Tampoco extraña objetos artificiales en su territorio. Por ello, la colocación de los cepos no requiere mucho disimulo, aunque siempre es conveniente remover la tierra y cubrirlos con un poco de hojarasca, dejando a la vista el cebo. El tamaño a utilizar debe ser elegido con cuidado teniendo en cuenta el tamaño de otras especies de aves que comparten hábitat y alimentación con el Petirrojo, como el Mirlo común "Turdus merula" y los Zorzales "Turdus spp." que también pueden capturarse, aunque éstos, más desconfiados, necesitarían más camuflaje de los cepos. Un tamaño de 32 x 45 cms resulta holgado para estas especies y si es de los modelos clavados al suelo, que aprovechan toda la superficie de captura resultarán mejor todavía. 
     Como los petirrojos son confiados, si colocamos los cepos en una zona donde sean habituales podemos conseguir una efectividad cercana al 100 % en unas dos o tres horas de trampeo. La mayoría de las veces activan los cepos sin dañar el cebo, que puede ser utilizado en rondas sucesivas y a veces algunos son capturados varias veces en la misma jornada. Otras especies habituales que podemos capturar en estas jornadas son el Carbonero común "Parus major",  Pinzón vulgar "Fringilla coelebs", Curruca cabecinegra "Sylvia melanochepala", Colirrojo tizón "Phoenicurus ochuros".